El despertar que el mundo necesita, en estos versos se cobija. Ignorancia y avaricia cual cáncer desatadas acaba con nuestra tierra amada
De la amarga inconciencia, desperté
Por el sueño de la codicia dominado
En la cama de la vanidad dormité
Por ideales de ambición acurrucado
A cadavérica realidad mis ojos abrí
Esclavos de la lagaña de la sociedad
A mi lado, un moribundo árbol vi
Rogando auxilio, llora por crueldad
En corazón de muerto paisaje desperté
Aire envenenado de repugnante hedor
A flor decrépita sin pétalos pregunté
¿Dónde el utópico paraíso quedó?
Con una gris sonrisa, bañada en dolor
Con lágrimas en su rostro torturado
Bañando su última voluntad en rencor
Respondió, tras un último aire exhalado
"Bienvenido, maldito, a tu pútrido edén"
No hay comentarios:
Publicar un comentario